Lo más probable es que cuando termine de escribir este texto sobre las formas de comunicación digital, ya existirán otras. O por lo menos algún cerebro 4.0 las esté ideando.
¿Dudas de que la tecnología avanza demasiado rápido y las formas de relacionarnos cambian a un ritmo vertiginoso? ¡Yo tampoco! El tema está en cómo las usamos para hablar.
La verdad es que no tengo respuesta, era más fácil copiar de Google, pero opté por mi propia experiencia y aquí voy.
Mi generación – la de los baby boomers– nació con el televisor con manilla, el teléfono góndola y la máquina de escribir, mientras que las generaciones de los Supersónicos nacen conectadas al smartphone, iPad, iPhone, tablet y todos los posibles conceptos en inglés, que se suponen hacen la vida más fácil.
Hoy las formas de comunicación digital son tan variadas como abundantes y pueden ir desde fotos, vídeos, emojis hasta críticas y, por supuesto, abreviaturas. Mañana Facebook, Twitter, Youtube, Instagram, Tinder, Whatsapp, serán parte del mobiliario digital. A cada hora nace una palabra nueva. ¡¡¡Uff!!!
Curioso. Las personas hablan en siglas en inglés, mientras se quedan atrás en enriquecer el castellano, nuestra lengua nativa. El punto es que he descubierto que las abreviaturas son todo un mundo.
Quizás los Baby Boomers no estaban preparados para este desafío.
Lo cierto es que, cuando empecé a familiarizarme con los términos y creía estar en control de mi vocabulario tecnológico, aparecen FTF (Face to Face), BFF (Best Friend for Ever), BTW (By the Way) -como la canción de los Red Hot Chili Peppers-; IRL (In Real Life), IDK (I Don´t Know), +10… (me gusta demasiado), GTG (Got to Go), IMHO (In Muy Humble Opinion), entre miles de otros. Inagotable.
Hasta el mail tiene abreviatura: EM. Yo creo que debe haber gente muy bien pagada para inventar conceptos difíciles. El único que conocía era CC: con copia a…¡¡¡Qué tierno!!!
Esto lo acabo de aprender. ADV (Asco de Vida) o FML (Fuck My Life). ¡Guau! la tecnología también admite groserías. ¿Por qué no?
Y yo que hasta hace poco me creía muy internacional cuando escribía ASAP (As Soon as Possible) y FYI (For Your Information). Y cuando alguien me preguntaba: “¿qué significaba?” Venía la soberbia: “Pero, ¿¿¿cómo???”.
Ahora se estila escribirlas en español, claro que no suenan igual. Muy chileno. PTI (Para tu Información), APP (Apenas Pueda), esta se me acaba de ocurrir.
¿Sabes qué es el Big Data? Te lo explicamos a lo Hansel y Gretel.
Lo que está clarísimo es que en Chile hay más celulares que personas, somos líderes en la región. Hiperactivos e hiperconectados.
Según un estudio de eMarketer, los chilenos utilizan Internet desde un dispositivo móvil en promedio 40 horas a la semana. Pero, como todo sin control, el uso excesivo del celular también enferma trayendo consigo las llamadas “patologías tecnológicas”.
Cito textual al psicólogo clínico y forense, Elías Ubeda: “El celular es parte de nuestra cotidianidad, pero la hiperconectividad termina siendo un problema cuando una persona comienza a tener desconexión social, decaimiento, irritabilidad e incluso, crisis de pánico. Es tal la problemática, que algunas personas llegan a sufrir insomnio, porque están tan conectados durante la noche, que empiezan a restar horas de sueño y esto se vuelve una conducta compulsiva, un claro ejemplo de aquello es contestar cada mensaje”.
No podría estar más de acuerdo.
Pero como todo vuelve, lo vintage, estoy segura de que algún día la comunicación tradicional, el teléfono y el cara a cara volverán a nuestras vidas. Mientras tanto, querámoslo o no, las herramientas de comunicación digital seguirán siendo una explosión de formas diversas de lectura y escritura.
Redacción por Yasna Marticorena. 🙂